METILXANTINAS

Las bebidas como el té, el cacao y el café contienen un grupo de compuestos conocidos como metilxantinas, que incluyen teofilina, teobromina y cafeína.

La teofilina, que solía ser el principal tratamiento para el asma, ha experimentado una disminución significativa en su uso por varias razones:

Por un lado, se han encontrado mejores fármacos para el tratamiento del asma (agonistas de los receptores β2 inhalados para el asma aguda y corticoesteroides inhalados para el asma crónica).

Por otro lado, la teofilina tiene múltiples efectos adversos como náuseas, vómitos, temblores y arritmias cardíacas. Además, posee un índice terapéutico estrecho. A pesar de ello, se sigue utilizando debido a su bajo costo, por ejemplo, en formas como la aminofilina.

Se han propuesto numerosas teorías para explicar cómo las metilxantinas ejercen sus efectos, pero ninguna ha proporcionado una comprensión completa.

Las metilxantinas se absorben eficazmente por vía oral y se distribuyen por todo el cuerpo. Pueden atravesar la barrera placentaria, llegar al feto y encontrarse en la leche materna. En el hígado, se metabolizan a través del citocromo P450, con una vida media de aproximadamente 8 horas (varía entre individuos). Los fármacos inductores del citocromo P450 disminuyen la concentración plasmática de las xantinas, mientras que los inhibidores la aumentan.

Las metilxantinas afectan varios sistemas como el sistema nervioso central, los riñones, el músculo cardíaco, esquelético y liso. La teofilina es más selectiva en su influencia sobre el músculo liso, mientras que la cafeína afecta más el sistema nervioso central.

La teofilina es el broncodilatador más eficaz de las xantinas, pero en la actualidad hay mejores opciones para tratar el asma. Ciertos fármacos utilizados en el tratamiento de la migraña incluyen cafeína debido a su efecto vasoconstrictor a nivel cerebral.

Los efectos adversos de las metilxantinas incluyen náuseas, vómitos, arritmias, nerviosismo y sangrado gastrointestinal.

Hablando de la cafeína, es interesante por su uso tan común fuera del ámbito clínico:

Las metilxantinas son un grupo de compuestos presentes en bebidas como el té, el cacao y el café. Las principales metilxantinas son la teofilina, la teobromina y la cafeína.

La teofilina solía ser el principal tratamiento para el asma, pero su uso ha disminuido debido a la aparición de mejores fármacos y a sus múltiples efectos adversos, como náuseas, vómitos, temblores y arritmias cardíacas.

El mecanismo de acción de las metilxantinas no se comprende completamente, pero se sabe que:

Las metilxantinas se absorben bien por vía oral, se distribuyen por todo el cuerpo y se metabolizan en el hígado. Pueden atravesar la barrera placentaria y llegar al feto, y también se encuentran en la leche materna.

Las metilxantinas afectan a diversos sistemas, como el sistema nervioso central, los riñones, el músculo cardíaco, esquelético y liso. La teofilina es más selectiva en su influencia sobre el músculo liso, mientras que la cafeína afecta más al sistema nervioso central.

Los principales usos clínicos de las metilxantinas son:

Los efectos adversos más comunes incluyen náuseas, vómitos, arritmias, nerviosismo y sangrado gastrointestinal. La cafeína, en dosis altas, puede provocar: